miércoles, 18 de septiembre de 2013

¿Ha mejorado las relaciones entre las comunidades campesinas de Cajamarca y Yanacocha?


¿Realmente ha mejorado las relaciones de las comunidades campesinas con la empresa minera Yanacocha?

El ministro de Energía y Minas Jorge Merino no sólo ha mencionado aquí en Cajamarca sino también en Arequipa donde se viene desarrollando una edición más de la convención minera en el Perú, que las relaciones de las comunidades campesinas de Cajamarca con la empresa minera Yanacocha han mejorado, de modo que, el proyecto minero Conga, debe ir adelante. No sólo él ha declarado, sino se suma las declaraciones del Primer Ministro Juan Mayor. Las declaraciones de los dos representantes del Estado han suscitado reacción inmediata de las comunidades campesinas de la provincia de Hualgayoc y demás organizaciones campesinas.

El presidente de las Rondas Campesinas de la provincia de Hualgayoc inmediatamente ha  respondido al Ministro de Energía y Minas que es mentira que las relaciones de las comunidades  campesinas con la empresa minera se hayan mejorado.  “Es mentira”, ha dicho el dirigente a los medios locales de la ciudad de Bambamarca. Por el contrario ha agregado que las comunidades campesinas no aceptarán ninguna mesa de trabajo en la provincia porque consideran que las mesas de diálogo no han funcionado y que sólo han servido para entretener a la población. De este modo, las rondas campesinas de Hualgayoc desmienten las declaraciones del Ministro de Energía y Minas sobre las relaciones de las comunidades afectadas con la empresa minera que pretende llevar a delante el proyecto minero Conga.

 Se desconocen las pruebas tangibles en que se basa el ministro Merino para asegurar que las relaciones de las comunidades campesinas con la empresa minera han mejorado. El único trabajo que ha hecho el Estado es el de regalar cocinas con balón de gas a esas comunidades y otras de las provincias en conflicto. Trabajo eminentemente asistencialista y mediático. Su portafolio ministerial no ha respondido a los reclamos de los campesinos quienes, desde muchos años, vienen pidiendo la remediación de la actividad minera que tuvieron décadas atrás en la provincia de Hualgayoc.  A esto el ejecutivo y los ministros competentes no han hecho absolutamente nada.  ¿Entonces, las relaciones de las comunidades con la empresa minera han mejorado? El presidente de las Rondas Campesinas de Hualgayoc dice que “es mentira”.

 Además, el ministro ha declarado que ya se ha construido el primer reservorio para dotar de agua a las comunidades. Ha dado a entender que eso es una de las razones porque las relaciones se han mejorado. Al respecto, hay que recordar que el primer reservorio, Challaguón, fue construido no en un clima de consenso y consentimiento de las comunidades, sino en profundo rechazo de las comunidades de Bambamarca y Celendín. No lo pudieron impedir porque se encuentra en la jurisdicción de la provincia de Cajamarca donde los campesinos se están comenzando a organizar, por ello es que, en las próximas semanas, se celebrará un congreso en el distrito de La Encañada donde acordaran tomar medidas contra la expansión minera.

Los regidores de la municipalidad provincial de Cajamarca, que se trasladaron a la zona del dique de  Challaguón, no son muestra a que las relaciones entre comunidades y empresa se hayan mejorado. Son tan sólo autoridades políticas que ya mostraron su actitud en el último conflicto Conga, más no son las comunidades que sienten que van ser afectadas. Del mismo modo, las comunidades cercanas que tienen trabajo en la empresa, no son todas las comunidades que se encuentran en las tres cuencas desde la altura hasta los valles de las tres provincias afectadas.

El descontento aún es fuerte mientras la empresa y el Estado vean con otros ojos a las comunidades: con respeto. Pero la empresa minera no lo está haciendo. Acaban de ser golpeados por la Dinoes un grupo de campesinos de la comunidad campesina de  Corral Quishuar por tan sólo de reclamar el respeto del transito por sus caminos ancestrales. La empresa, con su maquinaria, viene destruyendo esos caminos ancestrales. “Son nuestros caminos servidumbres que nos comunicamos con San Pablo, Yanacancha, Chanta Alta…” dice uno de los campesinos heridos y que es trasladado al hospital regional donde tampoco los pueden atender.

De este modo, las relaciones no se pueden construir mientras no se respeten los derechos de las comunidades campesinas como el derecho al libre tránsito por sus caminos ancestrales que construyeron a través del método de cooperación o trabajo comunitario. Si las comunidades no son respetadas frente a las empresas y el Estado, en vez de regular las relaciones, se convierte en vocero de las empresas mineras, las relaciones no se podrán construir. Los conflictos no gestionados continuarán en ascenso.

¿En una región, donde murieron cinco personas por tan sólo reclamar sus derechos como al agua, es fácil que las relaciones se mejoren en tan corto tiempo? El presidente de las Rondas Campesinas de Hualgayoc ha declarado que por la muerte de esas cinco personas tiene que responder el gobierno humalista que les engañó. Sin duda las heridas todavía están frescas, de modo que es provocador decir que las relaciones de Cajamarca con la empresa minera se han mejorado. 

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