¿Realmente ha mejorado las relaciones de las comunidades campesinas con la empresa minera Yanacocha?
El ministro de Energía y Minas Jorge Merino no
sólo ha mencionado aquí en Cajamarca sino también en Arequipa donde se viene
desarrollando una edición más de la convención minera en el Perú, que las
relaciones de las comunidades campesinas de Cajamarca con la empresa minera Yanacocha han mejorado, de modo
que, el proyecto minero Conga, debe ir adelante. No sólo él ha declarado, sino
se suma las declaraciones del Primer Ministro Juan Mayor. Las declaraciones de
los dos representantes del Estado han suscitado reacción inmediata de las
comunidades campesinas de la provincia de Hualgayoc y demás organizaciones
campesinas.
El presidente de las Rondas Campesinas de la
provincia de Hualgayoc inmediatamente ha
respondido al Ministro de Energía y Minas que es mentira que las
relaciones de las comunidades campesinas
con la empresa minera se hayan mejorado.
“Es mentira”, ha dicho el dirigente a los medios locales de la ciudad de
Bambamarca. Por el contrario ha agregado que las comunidades campesinas no
aceptarán ninguna mesa de trabajo en la provincia porque consideran que las
mesas de diálogo no han funcionado y que sólo han servido para entretener a la
población. De este modo, las rondas campesinas de Hualgayoc desmienten las
declaraciones del Ministro de Energía y Minas sobre las relaciones de las
comunidades afectadas con la empresa minera que pretende llevar a delante el
proyecto minero Conga.
Se
desconocen las pruebas tangibles en que se basa el ministro Merino para
asegurar que las relaciones de las comunidades campesinas con la empresa minera
han mejorado. El único trabajo que ha hecho el Estado es el de regalar cocinas
con balón de gas a esas comunidades y otras de las provincias en conflicto.
Trabajo eminentemente asistencialista y mediático. Su portafolio ministerial no
ha respondido a los reclamos de los campesinos quienes, desde muchos años,
vienen pidiendo la remediación de la actividad minera que tuvieron décadas
atrás en la provincia de Hualgayoc. A
esto el ejecutivo y los ministros competentes no han hecho absolutamente
nada. ¿Entonces, las relaciones de las
comunidades con la empresa minera han mejorado? El presidente de las Rondas
Campesinas de Hualgayoc dice que “es mentira”.
Además,
el ministro ha declarado que ya se ha construido el primer reservorio para
dotar de agua a las comunidades. Ha dado a entender que eso es una de las
razones porque las relaciones se han mejorado. Al respecto, hay que recordar
que el primer reservorio, Challaguón, fue construido no en un clima de consenso
y consentimiento de las comunidades, sino en profundo rechazo de las
comunidades de Bambamarca y Celendín. No lo pudieron impedir porque se
encuentra en la jurisdicción de la provincia de Cajamarca donde los campesinos
se están comenzando a organizar, por ello es que, en las próximas semanas, se
celebrará un congreso en el distrito de La Encañada donde acordaran tomar
medidas contra la expansión minera.
Los regidores de la municipalidad provincial
de Cajamarca, que se trasladaron a la zona del dique de Challaguón, no son muestra a que las
relaciones entre comunidades y empresa se hayan mejorado. Son tan sólo
autoridades políticas que ya mostraron su actitud en el último conflicto Conga,
más no son las comunidades que sienten que van ser afectadas. Del mismo modo,
las comunidades cercanas que tienen trabajo en la empresa, no son todas las
comunidades que se encuentran en las tres cuencas desde la altura hasta los
valles de las tres provincias afectadas.
El descontento aún es fuerte mientras la
empresa y el Estado vean con otros ojos a las comunidades: con respeto. Pero la
empresa minera no lo está haciendo. Acaban de ser golpeados por la Dinoes un
grupo de campesinos de la comunidad campesina de Corral Quishuar por tan sólo de reclamar el
respeto del transito por sus caminos ancestrales. La empresa, con su maquinaria,
viene destruyendo esos caminos ancestrales. “Son nuestros caminos servidumbres
que nos comunicamos con San Pablo, Yanacancha, Chanta Alta…” dice uno de los
campesinos heridos y que es trasladado al hospital regional donde tampoco los
pueden atender.
De este modo, las relaciones no se pueden
construir mientras no se respeten los derechos de las comunidades campesinas
como el derecho al libre tránsito por sus caminos ancestrales que construyeron
a través del método de cooperación o trabajo comunitario. Si las comunidades no
son respetadas frente a las empresas y el Estado, en vez de regular las
relaciones, se convierte en vocero de las empresas mineras, las relaciones no
se podrán construir. Los conflictos no gestionados continuarán en ascenso.
¿En una región, donde murieron cinco personas
por tan sólo reclamar sus derechos como al agua, es fácil que las relaciones se
mejoren en tan corto tiempo? El presidente de las Rondas Campesinas de
Hualgayoc ha declarado que por la muerte de esas cinco personas tiene que
responder el gobierno humalista que les engañó. Sin duda las heridas todavía
están frescas, de modo que es provocador decir que las relaciones de Cajamarca
con la empresa minera se han mejorado.
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