viernes, 29 de noviembre de 2013

"Cultura andina una alternativa a la crisis del neoliberalismo"


Los últimos conflictos desatados en la sierra y específicamente en Cajamarca con el de Conga, ha motivado que intelectuales e investigadores sociales, economistas y antropólogos, reflexionen sobre la manera cómo entender el mundo sin ocasionar desequilibrio no sólo en el sistema ecológico, sino además en lo social y cultural. A la saciedad se ha dicho que el hombre viene destruyendo el planeta,  destruyendo la naturaleza con su irracional manera de explotar los recursos naturales que existen no sólo en sus entrañas, sino en la superficie terrestre. A través de la teoría del conocimiento o de la epistemología o filosofía de la ciencia, los investigadores han logrado explicar el pensamiento de los pueblos y la manera de mirar y entender el mundo donde viven.

El 15 de noviembre de 1532, con el apoyo de etnias descontentas con el Tahuantinsuyo, una cultura nueva y un nuevo pensamiento se hizo presente ante el pensamiento andino. Es decir entraron en pugna el pensamiento occidental, traído por los españoles y el andino conformado no sólo por el  pensamiento Inca, sino por la manera de pensar de otras etnias que comenzaban a integrarse al imperio Inca.

Investigaciones y publicaciones últimas, entre ellas del investigador Javier Lajo, de origen Puquina, da cuenta del pensamiento o de la filosofía andina.  Su tesis explicada es que el pensamiento andino tiene sus orígenes en la vida hecha en la pariedad y no en el impar. Dice que el par siempre se encuentra en la cultura andina y el impar en el pensamiento occidental. Tal vez de aquí se explique el equilibrio en hacer las cosas en el pensamiento de los antiguos peruanos y el desmedido e incontrolable desequibrio de ver las cosas en el mundo occidental.

Ejemplos de par se encuentran en la arquitectura y en la astronomía inca, incluso en los mismos Apus que hasta la fecha los campesinos lo mencionan y protegen. Las lagunas de Conga son los Apus que, para los campesinos,  tienen vida y  pueden hablar con esos Apus. Los Apus y los campesinos son vida par. Ambos llevan una vida equilibrada. Los campesinos no pueden vivir sin sus lagunas y éstas no pueden vivir si aquellos actúan irracionalmente.  Es la filosofía andina. 

Han pasado los años, el tiempo ha transcurrido para instalarse un modelo inspirado en un nuevo pensamiento, ese pensamiento es el neoliberal que, al mirar las ciudades del mundo, va entrando en crisis que los gonfaloneros de ese pensamiento no aceptan o tratan de calmar al mundo  diciendo que la crisis está pasando y que las economías de los países se recuperan. El pensamiento impar (neoliberal) occidental, que excluye al otro, el que no sirve o está de estorbo en sus objetivos, es el que ha llevado a la crisis a la sociedad actual de los mercados.

La actual sociedad capitalista no acepta que otra actividad económica interfiera su actividad. Si bien simula apoyarla, pero en el fondo pretende anularla para quedarse sola y ser la única actividad en el mundo, es decir, el pensamiento impar occidental. Lo que se ha suscitado en el pensamiento occidental actual es un desmedido desquilibrio que ya no pueden controlar. Como no quieren un equilibrio entre Estado y mercados, es decir el pensamiento par, el descontrol y la falta de regulación los está llevando a no poder controlar la corrupción y la violencia que no sólo afecta a organizaciones públicas sino también a  privadas. El pensamiento neolilberal no acepta la filosofía andina, en otras palabras, el alma de los pueblos.

El alma de los pueblos, sobre todo de los pueblos andinos y amazónicos, tiene una filosofía, a decir de Lajo, es el pensamiento par de ver las cosas. El equilibrio en ver y hacer las cosas. ¿El proyecto histórico vigente es el indígena? Hay quienes dicen que “la cultura andina es una alternativa a la crisis actual del neoliberalismo”.  Tal vez sí. Pero inspirado en los estudios de investigación, en obras de arte: literatura, pintura, música que  han recogido el pensamiento andino y están guardados para volver ser enseñados a las nuevas generaciones en los colegios y en las universidades.  Un especie de neoindigenismo o neoclasicismo andino.

Pero este neoclasicismo andino no consiste en volver la mirada al inca como persona, como monarca, como rey, sino recuperar ese pensamiento que les sirvió para que vivan en armonía en sociedad y con la naturaleza.  No se trata de construir otro Coricancha, otro Machupicchu, otros acueductos de  Cumbe Mayo. No. Se trata de recuperar el pensamiento andino que los viejos Amautas  manejaban en toda la teoría del conocimiento.

Tal vez algún día construiremos un nuevo mundo par construido con la cultura occidental y la andina. Puede que sea una utopía o utopía arcaica como dicen otros. Una utopía idealizada, que viene del pasado y se proyecta para el futuro, construye una nueva sociedad con lo que encuentra en el presente.                                 

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